No entiendo muy bien por qué no me quiere. Yo siempre la acompaño, no me gusta abandonarla. Pienso que quedarse sin sentimientos sería peor. Cuando está rodeada de gente yo sigo ahí, sé que nota mi presencia y eso no le agrada. Pero cuando nos quedamos las dos en su cuarto y pone música para romper el silencio mientras mira por la ventana las nubes pasar o las luces de la ciudad en pleno fervor, ella agradece que esté allí, para acompañarla y escucharla cantar. Eso me hace fuerte. A la hora de dormir, me odia. No puedo hacer nada para cambiarlo, intento abrazarla… pero ella se encoge, abrazándose a ella misma y empapando la almohada con sus pequeñas lágrimas. Yo la arropo y me quedo allí, esperando siempre que aparezca esa persona que pueda apartarla de mí. Hasta entonces seré como su sombra.
Stupid.
Solo tengo que decir que me encanta.
ResponderEliminarEs precioso y lleno de sentimiento.