Confianza, una palabra fácil de decir. “Confío en ti”, “Confía en mí”. Para poder decir eso es necesario un tiempo, una relación. Te das cuenta que confías, confías mucho… hablas, te abres… empiezas a ser tú misma. También confían en ti, intentas no estropear nada, sabes que esa persona está ahí, no puedes traicionarla. La confianza se estira… más y más. Pero de repente ¡PUM!... La confianza se rompe. Es como un jarro de agua fría, desilusión, tristeza y rabia por haber sido tan estúpida. No sabes que hacer, que decir. Pues esa persona lo sabía todo de ti. ¿Por qué? Exceso de confianza. La vida te enseña muchas cosas, a mi hoy me ha tocado la lección de la confianza: “No vuelvas a confiar nada a nadie más, después puedes acabar llorando”
¿Por qué narices siempre tienes razón?
ResponderEliminarYa ves... muchas veces no me gustaria tenerla.
ResponderEliminar