(Como ya le dije a Stupid, mi próxima entrada sería triste =P Ahora te toca a ti hacer una felíz! )
Otro día felíz junto a él.
No existía nada más para ella, era tan felíz...
Solo faltaban unas horas para poder abrazarlo, para poder contemplar sus ojos, para poder decirle que lo quería, para simplemente estar con él...
El solo rozar la mano con la suya, le hacía viajar a otra realidad, lejos de todo...
Llegó la hora y a medida que se iba acercando a su destino, hacía que sintiera un pequeño cosquilleo por su cuerpo.
Se sentó en un banco y miró a ambos lados, esperándole como siempre hacía.
Cinco minutos...Diez minutos...Veinte minutos...Treinta minutos...una hora esperando...
Y él no aparecía...a ella le invadió un vacío.
Decidió llamarle, esperanzada. Comunicaba.
"Estará llamando a otra persona, o incluso puede que me estuviera llamando a mi..." se dijo.
Diez minutos más, volvió a llamar. Comunicaba.
Esta vez se levantó y se dirijió a su casa, no le importaba tener que andar a donde él estuviera.
Llamó a su puerta, y lo único que pudo entender, era que él no estaba allí, y no volvería en unos días.
¿Y ahora, qué hacía? Eso no le gustaba... ¿por qué no la avisó? tendría que haberlo hecho...
Días después se encontraron por casualidad.
Ella se paró de golpe y se lo quedó mirando un rato, paralizada, sin saber que hacer ni que decir...
"Ahora él me pedirá perdón, me dirá que aquello le surgió de pronto, y no pudo decir que no...me abrazará y luego me besará..." pensó ella.
- El otro día no aparecistes... - logró decir ella.
- Lo sé - él bajó la mirada.
- ¿pasa algo? ¿no me explicas nada?
- no...seré breve...esto se acabó...
- ¿qué? ¿cómo que se acabó? ¿así de pronto? pero...
- no lo hagas más dicifil...
En ese momento, todas las fantasías, el mundo que tenían juntos, aquellos sueños...todo se derrumbó, quedando descubierta la realidad que tanto temía...
El miedo le invadió el cuerpo...
- ¿no hay un por qué? - quiso saber ella.
- Ya no siento nada...Ya no te quiero...
........
Hacía ya un mes de aquello.
Y aún se sentía incapaz de hacer nada...
No dormía, no comía...no sentía...
Lo único que había en ella era un gran agujero en su pecho, un vacío que dolía y cada vez que pensaba en él, en sus palabras, en sus besos...era como si las paredes de aquel agujero estubieran quemándose...Pero ya no lloraba.
Los días pasaban lentos, con una máscara delante de los demás, sobretodo con él, ella reía, hablaba, era la misma de siempre, esa era su máscara.
Pero en realidad, todo su interior era negro, era vacío, era soledad...era ese día en el que él le dijo que ya no la quería...
Rockstar!
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